CON LA MANO EN EL BOLSILLO

Con la mano en el bolsillo
la palabra entre la boca
un pitillo que le cuelga
un ayer que no se olvida
es un hombre siendo niño
por tanto daño pasado
con el tiempo le han curtido
sin futuro ni pasado
un recuerdo le acompaña
de un amor que se le fue
una mochila a la espalda
que fue nueva, alguna vez

Pseudònim: El poeta triste

CHASCO

Entraste en la casa cerrando la puerta
miraste mi cuerpo con plena pasión
mi boca entreabierta te estaba llamando
mi cuerpo muy rígido en plena tensión

Tu boca se inclinó acariciando mis senos
tu cuerpo era un volcán en plena erupción
llegaba aquel momento de intensa emoción
que oía los fuertes latidos de tu corazón

Entonces sin pensarlo me vestí tranquilamente
tu extrañado me mirabas sin saber que hacer
yo te dije cariño lo que estás necesitando
es una ducha fría y buscarte otra mujer

Pseudònim: El poeta triste

UN BESO PUSE

Un beso puse en tu boca

en una tarde cualquiera

y mejor que no lo hiciera

triste y tierna ventolera

 Hoy navego en dos corrientes

entre tu agua y la mía

yo te quiero, no me quieres

te olvidaste de aquel día

 Navegando entre dos frentes

voy capeando mis males

aunque siempre estás presente

de mi alma ya estás fuera

Pseudònim: El poeta triste

ENTRE CUATRO PAREDES

Alejado de mis hijos en aquel rincón oscuro veo las horas pasar, miedo, incertidumbre, terror, angustia, que me deparará el mañana, podré volver a mis hijos o me llevaran sin más por culpa de este terrible virus.

Es triste, muy triste no saber, una enfermera se me acerca, con una sonrisa agradable me dice, mañana le darán el alta, está curado.

Un no sé qué me sube a la garganta, consigo articular unas palabras, gracias, gracias. A la mañana siguiente al salir por la puerta del hospital veo a mis hijos que me esperan, intento correr hacia ellos pero aún estoy muy débil, nos abrazamos, reímos, lloramos, la alegría es inenarrable, estoy salvado.

Per cuantos y cuantos quedaron en el camino, que no tuvieron tanta suerte como yo. 

Pseudònim: El poeta triste

Momentos inolvidables

Somos un instante en este lugar. Una simple milésima de segundo transcurre hasta acabar la vida. Algunos le llaman existencia, otros sencillamente le llaman momento. Desde que te conocí, ese instante lo recuerdo como una noche estrellada, perdidos en la arena de la playa bajo la luz de la luna. Me dejo llevar y dejo mi mente en tus labios, sueño en un nosotros, en otro nuevo principio. El viento se lleva mis pensamientos y la arena se levanta con el viento. Desvanece ese recuerdo y mis lagrimas se dejan llevar hasta caer al mar. Esa noche entendí que mi estrella se había apagado para siempre.

Pseudònim: Moonlight

AL CABALLERO

Muy gentiles caballeros

vuestro tiempo se ha gastado

vuestros penachos y espuelas

que tristes se me han quedado


Y he de presentar querella

por el mal, tan bien presente

mis gentiles caballeros

que pronto os han olvidado


Ahora corren tiempos otros

con los nuevos aranceles

que te enseñan su plumero

cuando al pobre lo despeinan

Pseudònim: El poeta triste

ADIÓS

Mil veces que yo viviera

mil veces te la ofreciera

pues he de morir de males

al amar sin ya teneros

Mil tinieblas, cruzaron ya

por de mi alma , los puertos

y una canción se cantara

a la que tanto adorara


Por ser el bien de mi vida

en mis noches gran desvelo

he de correr este velo

de un adiós ya presentado

Pseudònim: El poeta triste

BRONCA SIN SALSA

Dime tu gañan que te has creído
qué horas son estas de llegar
tú te llegas cuando quieres
y yo tengo que esperar

Supongo que tienes pareja
y se queda en el portal
a la próxima te encierro
y no saldrás nunca más

Más y más enfurecida
sin saber lo que gritaba
y el gato en un rincón
se la miraba y callaba

Pues en su corazoncito
sabía cuánto lo amaba
y un besito con su hocico
en la pierna que le daba.

Pseudònim: El poeta triste

BALA PERDIDA

Puedo ser bala perdida, un truhan o un mujeriego
yo disfruto del amor, donde quiero y cuando puedo
las mujeres se me rifan, porque soy aventurero
en sus bocas yo les pongo, un cariño y un te quiero

Nada temo en esta vida, soy amigo de la muerte
pues cabalgo con el sol, y me acuesto con la noche
a nadie nunca le temo, ni maldigo de mi suerte
los maridos me respetan, a caballo o en un coche

Mil amores se quedaron, en los pueblos que he pasado
suspirando mis caricias, esperando que yo vuelva
más el mundo es enorme, y su espera será vana
mientras hayan mujeres, que mis problemas resuelvan

Pseudònim: El poeta triste

El Firmamento

Qué bonito el firmamento
cuando te tengo a mi lado
y que hermoso mi momento
porque estoy enamorado

Tu eres mi musa más bella
en tu cuerpo yo me pierdo
pues me enseñas las estrellas
con los besos que me has dado

Pseudònim: El poeta triste