La luna enamorada

( A Fernando Pessoa- La música, la luz de la luna y los sueños. Son nuestras armas mágicas )

Como figura estática de hielo permanecía callada y quieta, apuntando su luz hacía él con cierta intensidad. Sus pensamientos dormían profundamente en su corazón y no sabía que aquella mañana ella le hablaría de amor.

¡A balón parado! Lucía radiante y hermosa en la llanura immensa y oscura.  ¡A balón parado! Sonreía, miraba y cantaba en una mañana calurosa de verano.
¡A balón parado! Le gritaba con su luz hasta abrir su corazón.
¡A balón parado! Seguía en aquel inmenso cielo mandando con intensidad su luz blanca.   ¡A balón parado! Gritos de luz que no dejaba ninguno de sus momentos vacíos de sueños.
¡A balón parado! Le sonreía la luna sin dejar de iluminar su corazón através de sus ojos.
Aquella noche resplandecia como una estrella y con su luz no dejó de iluminar su corazón. 

Pseudònim:  Emoción

El paraguas

En aquel preciso instante levantó la cabeza y fijó su mirada en una rubia ocupada en el placer de escoger  plato. Un paraguas caído al lado de su silla, fué la excusa. Se paró en su mesa y con un leve movimiento se giró hacia ella, con suavidad le tocó el hombro izquierdo y sorprendida lo miró. Él mirándola a los ojos como un tango argentino y sin dejarla pensar le preguntó.  ¿És tuyo este paraguas?  A lo que ella de forma afirmativa e inquieta contestó, si. ¿Sábes que es? Somprendida por aquella circunstancial pregunta, algo excitada por aquel personaje , le respondió. ¿Qué es?.  Cogió aquel paraguas marrón con su mano derecha, y poniéndolo delante de ella, la miró a los ojos penetrando en ellos como lanzándose en lo más profundo de un mar azul y le dijo…. No es un paraguas; esto es “Una oportunidad” para conocerte. En aquel momento mágico; el piano tocaba con suavidad una bella canción.

Pseudònim: Emoción

El jinete

Los movimientos de su cuerpo le producían cierta excitación y nerviosismo incontrolado. Su cuerpo era movido a ambos lados mientras el bravo corcel saltaba alocado para hacerle caer. Sin darse  cuenta ya subido en su lomo su cuerpo era contorneado con la fuerza, el vigor y la energía salvaje de un esquizofrénico  animal. Aguantaba el brío de sus saltos  para hacerle descabalgar, pero poco a poco notaba un dominio sobre aquel équido que le hacía un jinete excepcional. Orgulloso de aquel momento notaba en su cara motas de agua, el sudor de la mañana arreciaba y era tanto el vigor de aquel caballo que parecía mojado hasta tal punto que él sudor le tenía todo empapado. De repente una mano en su cara le hizo abrir los ojos a la vez que escuchaba con una voz suave ¡Eh despierta!, que te has dormido en el Spá.

Pseudònim: Emoción

El Pirata

La proa le dirigia a su destino con  un viento suave y fresco que acariciaba su cara en medio  de aquel océano de cemento,  piedra y hierro a través de calles como mares; algunas tranquilas otras parecían tempestades. Siempre le habia parecido algo especial llevar la mayor izada,  y ser hinchada empujada en su camino por un viento a sotavento.
Con velocidad de 2,7 nudos  hora, rompía aquel camino de navegante  en su avance inparable hacia su destino. Las aceras eran olas que acompañaban el navegar de aquel “Pirata bandido en la mar”. Sentía como su proa, hundía en aquel duro fondo marino sus ojos para levantar la cabeza y elevar la mirada al cielo buscando refrecar su cara mojada de ilusiones de “Gran Capitán”. Seguía su camino, mientras que con una voz ténue y socarrona se le podía oír cantar, ” Ron, Ron, me voy a tomar un gran vaso de Ron”.

Pseudònim: Emoción

Ella

Se reía con sus amigas, comentaba que hacía de él lo que quería.  Muchas veces lo despertaba a altas horas de la madrugada y le contaba lloriqueando sus frustracions, otras eran comentarios frívolos que le causaban cierta alegria. Él la escuchaba e intentaba entender cómo un ser tan maravilloso, podía vivir unas historias tan vacías de contenido. Sus amigas la escuchaban y constantemente le reían sus comentaríos, cuando quería era muy divertida. El mundo se rendía a sus pies de zapatos de talón alto que marcaban estilo al caminar. Aquella tarde ya tarde, una llamada de teléfono sonó en su móvil, una llamada de un número que no conocía. Rápidamente contesto y una voz dijo su nombre, ¿María?¡Si! soy yo; la llamo porque tenemos una carta dirigida a usted. Pablo se suicidó por amor no correspondido.“LLoró”;nunca imaginó que él la quería.

Pseudònim: Emoción

NO FUE AMOR A PRIMERA VISTA

Era un día soleado cuando ella llegó a la estación de Sant Cugat, dispuesta a irlo a visitar. Ella volvía a su pueblo después de quince años; aquel pueblo que la había visto crecer. Aquel pueblo en el cual habitaban sus familiares y sus amigos de la infancia. Pero, sobre todo, aquel pueblo donde él se encontraba.

Corrió por la calle de Santa María mientras recordaba la última vez que lo vio: no fue amor a primera vista, sino que su amor se fue formando lentamente tras el paso del tiempo. Él estuvo presente en sus bailes de “Paga-li, Joan” de la Festa Major y en su boda. Y, a lo lejos, pudo reconocerlo. Allí estaba.

El monasterio de Sant Cugat que se alzaba con tanta majestuosidad como siempre.

Pseudònim: Lirio

Esta mañana

Guardé la nota de suicidio de mi padre en el bolsillo interior de mi chaqueta, descolgué la cuerda y salí de casa.

Hacía frío. Debería haber cogido otro abrigo.

Pseudònim: Bluebird

ESCRITO EN EL MAR

Un pitido suena sin cesar, yazco en la orilla del mar, noto como el agua acaricia mis mejillas quemadas por el sol. Consigo levantar mi ligero cuerpo ya sin fuerzas. Mis labios están salados mis ojos sin luz, avanzo poca a poco clavando mis pies en la arena de la playa. Caigo de nuevo al suelo, puedo ver ojos clavados en mí, llenos de curiosidad pero con poco afán de ayudar, murmuran sin cesar. Estoy agotado, pensado que todo llega a su fin, entonces a mi mente vienen todos esos recuerdos , el de mi madre delante mío con sus manos acariciándome, con sus ojos verdes llenos de lágrimas, dando esos consejos que solo una madre puede dar y que no sabe si va a volver a ver a su hijo, mi hermano pequeño abrazando mi pierna con todas sus fuerzas, dejándome el pantalón empapado de sus apenadas lágrimas, la despedida es dura pero debo embarcar en el pequeño bote que me espera en la orilla, esperando conseguir un futuro mejor, hasta que una ola me lo arrebató, destrozando la barca en mil pedazos, empecé a sentir un fuerte pitido hasta que desperté. He de seguir dando pasos fuertes en la arena y seguir adelante para conseguir mis sueños.

Pseudònim: EGG

Monarquía Absoluta

Lo puedo hacer. Dijo pausadamente mientras la escalera mecánica funcionaba bajo su cuerpo.
La puerta se abrió de sopotón al identificar su masa.
Tan solo es un chasquido, no más que eso. Pensó para ella misma
Sus pies, desnudos, emprendieron el camino hacia la sala.
Fuera, los pájaros mantenían intensas discusiones sobre política, y dentro, los humanos, combatian a arañazos por mantener su liderazgo.
Al entrar a la sala, todas las cabezas se dirijieron a su rostro, y ella, implausible, unió el dedo pulgar con el medio, repitiendo su característica señal.
Los hombres atacaron el banquete y los pájaros mantubieron su monarquía.

Pseudònim: Frille

Escalera

Aquellos escalones los tenía contados, en los últimos días los había subido cada madrugada. Sin embargo cuando llegaba al penúltimo piso, una sensación de vértigo, se apoderaba de su voluntat. Daba la vuelta y sin saber como, se encontraba de nuevo en el vestíbulo. Se decía que al día siguiente volvería.

Ahora subía con decisión. El cansancio se mostraba más que nunca en su cuerpo, pero hoy llegaría hasta arriba, nada le haría tambalear. Al menos eso creía.

Cuando estaba en el último tramo, una mano agarró la suya: “estoy aquí contigo, como siempre”. Abrió los ojos y los cerró de nuevo. Sonrió. Visualizó como su otra mano abría la puerta, de la última planta. Dió un paso con decisión. Y por fin su alma, voló para siempre.

Pseudònim: DeBayle