– ¡Alzad las banderas!
– ¡Sí, mi capitán!
La marea está descontrolada; todos los marineros se apresuran a sus puestos, cualquier fallo puede ser irreversible. Las envolventes olas del angosto y bravío mar golpean contra la proa del barco repetidamente. El capitán agarra el timón con todas sus fuerzas para poder redirigir el barco hacia su destino. El velero, con sus valientes marineros asustados por los terribles embates de las olas, va de lado a lado como un péndulo. Un joven marinero grita:
– ¡Capitán, hace una hora que Poseidón nos agita con violencia!
– ¡Es ese condenado niño otra vez, que no deja de jugar con la botella!
– Capitán, entonces ¿qué hacemos?
– ¡Alza la bandera y espera a que se vaya del mostrador, grumete de agua dulce!
Pseudònim: Peaky Blinders