UN DÍA CUALQUIERA

Me desperté como si fuese un día cualquiera, pero sin ser un día cualquiera.No.Hoy era un día muy especial. Un día en el cual, todo el mundo se tenia de sentir arropado y querido por sus seres queridos. Un día en el que la gente demostraba su amor regalando rosas y libros. Ese día era el día de Sant Jordi. Al salir a la calle, había un aura de alegría e ilusión. Se sentía que todo el mundo estaba disfrutando. Al tener el día libre, decidí ir a pasear por las Ramblas, las cuales estaban abarrotadas de gente. Las decenas de puestos de rosas no daban abasto con la demanda que había. Yo decidí comprarme un libro y una rosa a mi madre. Camino de volver a casa, como por casualidad, me fije en una persona mayor, que estaba adurmiendo en un banco, y pensé, como puede ser que una persona en un día como lo es hoy no tenga la oportunidad de pasarlo con nadie.

CHICHO

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