Aún bailábamos cuando Diego escuchó fuertes gritos. Habían incendiado Jerusalem. Karina les mostró nuestra organización. ¿Para qué? Rápidamente supieron todo!
Usando vuestro wifi, Xavier y Zulma abrieron buenos canales de escucha. Fingiendo generosidad, invadieron Jamaica. Kingston, la maravillosa, no obtuvo piedad. Quizá recupere su territorio un verano.
“Washington, Xuxo ya zarpó”, anunciarón bajito como dando esperanzas. “Fuego”, gritamos, “Huyan inmediatamente!”. Juntando kilos, llegaron más naves. Otro plan quebrantado radicalmente. Sonó triste un violín wagneriano, xilofón y zamponia.
Aceptando buenos consejos decidimos escapar finalmente. Gloriosas historias incluirán jamás la mínima nota obscura, pero quizá resurjamos si trabajamos unidos. Volveremos, westfalianos xenófobos! Ya zozbrarán!
EL AVE CEDARIO
Jajajaja será que todo el mundo podrá apreciar el por qué de la elección de palabras?
AveCedario, felicidades! Un placer volver a leerlos
Ah bueno, como derrocha elegancia. Fascinante, gran historia.
Que lindo relato! Logro transportarme a esa atmosfera de caos pero tambien esperanza.
Muy buen cuento, usando cuatro veces el abecedario!! Felicitaciones.
Buenísimo! Imaginativo uso del abecedario! Para leerlo varias veces!