El jinete

Los movimientos de su cuerpo le producían cierta excitación y nerviosismo incontrolado. Su cuerpo era movido a ambos lados mientras el bravo corcel saltaba alocado para hacerle caer. Sin darse  cuenta ya subido en su lomo su cuerpo era contorneado con la fuerza, el vigor y la energía salvaje de un esquizofrénico  animal. Aguantaba el brío de sus saltos  para hacerle descabalgar, pero poco a poco notaba un dominio sobre aquel équido que le hacía un jinete excepcional. Orgulloso de aquel momento notaba en su cara motas de agua, el sudor de la mañana arreciaba y era tanto el vigor de aquel caballo que parecía mojado hasta tal punto que él sudor le tenía todo empapado. De repente una mano en su cara le hizo abrir los ojos a la vez que escuchaba con una voz suave ¡Eh despierta!, que te has dormido en el Spá.

Pseudònim: Emoción

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