Volar

Ahora se ha puesto de moda el “volar”. Darle alas a alguien, volar junto a él. ¿Por qué? Yo, a diferencia de otros, de hecho, a diferencia de todos a los que conozco, no puedo volar. En cambio, tengo el asombroso don de correr. Desde que todo el mundo vuela, el cielo está plagado de alas grises, dañadas. Mientras que el suelo está teñido de verde. No podría volar aunque quisiera, pues no tengo alas. Y esto se debe a que hace mucho tiempo, cuando aún las tenía, ayudé a alguien a sanar las suyas. ¿Sabéis para qué usó esas alas? No lo hizo para volar junto a mi, sino para alejarse. Ese sentimiento me quebraba por dentro. Y ese dolor interior, ese dolor que nadie más a parte de mi podía sentir, decidí hacermelo a mi misma por fuera. Porque esa es la única manera de hacer que alguien sienta el dolor que siento yo.

Pseudònim: Gat galàxia

My wings

To have wings again? Why? To hurt them myself? I don’t want to feel that pain ever again. My feelings depend on you, so if you are happy, I am happy as well, and if you are not, then I’ll do whatever to draw in your face a smile again. That smile that I love so much.

Pseudònim: Gat galàxia

Orgullo

¡No! ¡No! ¿No ves que te estoy pidiendo que te escondas? Que te mantengas firme. Piensa en algo triste. Piensa en el dolor. Si anoche tenías todos los motivos para estar enfadada, ahora ¿por qué te mueves, comisura? ¿Por qué te escapas, sonrisa?

Pseundònim: Ànima

Una nena

En una habitació sense miralls, una nena ha omplert les parets de fotografies seves. Amb aquella camisa que té vol. Amb aquells texans que estan plens de pintura. Amb aquell somriure que es va escapar sense motiu concret. En aquell paissatge que crida estiu. En una habitació sense miralls, una nena ha pres la decisió de no deixar que un reflexe li digui que fa mala cara. Que no està preparada. Que no està a l’alçada. Que ha de mesurar el que menja. Que li falta color. En una habitació sense miralls, una nena ha oblidat què són les expectatives. En una habitació sense miralls, una dona.

Pseudònim: Ànima

Microrrelato

No quise discutir más aquella noche. No busqué el encuentro con tu mirada, y desvié mi atención hacía lo que la caja tonta emitía. Me sentía observada, podía ser una sensación, pero la incomodidad pudo conmigo y volví a mirarte. No me equivocaba, allí estabas tú, incrédulo ante las palabras vomitadas, ante las intenciones no comprendidas, ante los sentimientos que no entendías.

No quise discutir más aquella noche. Volví la cara. Una lágrima rodó por mi mejilla, justo la que no llegaba al alcance de tu vista. Ya no te quería. Y una rosa descansaba en la mesita donde tantas noches habíamos cenado. Tal vez no fue acertado el día. No merecías vivir un Sant Jordi tan amargo, como el que te hice sentir, vida mía.

Pseudònim: Mía Porcel

ANIMALES MARINOS

Desde las profundidades los observo mientras me muevo lentamente a través de la corriente. Como en un mundo onírico de azules y luz, donde casi no llega el sonido y el cuerpo no pesa, soy capaz de distinguir animales de todo tipo. Cerca de mí, imponentes ballenas avanzan de forma distinguida. Un poco más allá se relevan dos delfines y tres focas de piel brillante se disputan quién llega la primera. A lo lejos, un gran grupo de jóvenes pingüinos se lanzan inseguros de cabeza para hacer veinte cabriolas debajo del agua y volver a salir a respirar. Aunque me resisto, es hora de abandonar la piscina. Subo los peldaños que me llevan de vuelta al ruido y a la incómoda sensación de frío y humedad. Mañana volveré.

Pseudònim: Narwhal

LA DESPEDIDA

Escribo esta carta para despedirme de todos vosotros. Ahora que el agua ya no corre por mis venas, ahora que el hielo ha inundado mi corazón, que mis raíces han ardido con el sol. Ha sido un placer haber compartido todo este tiempo con vosotros. Vosotros que habéis pensado en Marte para así no cuidar lo vuestro, lo de vuestros hijos, lo de todos. Vosotros que habéis alimentado esa manzana medio mordida pero podrida en vuestro corazón. Vosotros que os veis con poder de decisión por encima de cualquier especie animal regulando su manera de vivir. Vosotros que no habéis sabido encontrar donde se une el cielo y el mar, un camino a seguir. Ahora todo se acaba y nada lo puede remediar, un placer Firmado: Madre Tierra

Pseudònim: EGG

La vida

Si es así, la vida es como una representación teatral.
Creemos que tenemos muchas cosas importantes que hacer, creemos que realmente elegimos nuestra vida cuando, de hecho, jugamos con un papel, nos guste o no, nos guste o no. Cortina, uno nace, y cortina, uno muere. No lo cortamos. Y lo que hay entre estos dos términos está en las tablas de la existencia.
A veces tenemos derecho a aplausos, incluso a bis y, a veces, nos abuchean, silban o incluso expulsamos la escena del Camarde. Y no porque fuéramos malos en nuestro papel, en absoluto. Incluso parece que siempre es el mejor quien se va primero. Creo que no es bueno que las personas mayores digan eso. Sí, si fuera cierto, significaría que los que se quedan son los peores. En general, prefiero ser un poco tonto y vivir más viejo que ser el mejor e ir primero

Pseudònim: Kiki

Mundos paralelos

El tiempo estaba aburrido. Fue una de esas veces. Un intermedio.
Ayer, el universo se extinguió. Y fue lo que sucedió. Todo tuvo un final. Incluso el universo. Especialmente el universo. Ayer, la última estrella se había apagado. No había, por así decirlo, más tiempo. Pero el tiempo todavía estaba allí.
Sabía que iba a comenzar de nuevo, que se iba a crear un nuevo universo. Ya había pasado muchas veces, muchas veces. Y cada vez, la espera entre los dos fue larga. Terriblemente larga.
Se levantó el tiempo, rodeó su escritorio. Una vez, dos veces, tres millones quinientos cuarenta y ocho mil trescientos doce veces. Luego se sentó y fijó su atención en el negro completo detrás de la ventana.

Pseudònim: Kiki