CENICIENTA

Volví a verte después de tres años. “El día que vuelvas me llamas, pero no prometo esperarte”, me habías dicho.Volví a verte al final de la calle. Ibais de la mano. Cuando las campanas dieron las doce y el aire se llenó de humo, entre las chipas de luz me miraste a los ojos y se rompió el hechizo.

Huevo frito

Virtud

Mientras camino y busco mis huellas, olvidé dónde estaba, qué comí o qué fue lo último que me gustó ¿He dejado rastros míos últimamente? Claro que sí, miles de videos tienen mi opinión. Deslizo con mi dedo a muchas voces y rostros preocupadas por el hoy, deslizo cuerpos voluminosos al vaivén de sonidos adictivos y remplazables, el color amarillo ensordece las noticias y el texto se enrojece con comentarios de odio. Yo, un común comentarista, quiero dejar mi huella en algo por efímero que sea, rompo mi celular y observo alegremente a mi alrededor deseando una cámara u ojos acertando mi decisión, mas el silencio me otorgó el derecho de morir virtualmente sin una sola vista real siquiera.

Iemuy Chiribiquete

Sedante

Desperté con un grito distante. ¿Uno más o uno menos? Alguien fue encontrado y yo sería el siguiente. A mi escondite solo entraba un poco de luz. Era necesario moverse, antes de ser la próxima presa…Un crujido detrás mío: ya estaban aquí. Me arrastré lentamente a un rincón para observarlos: tres criaturas humanoides con brazos alargados, piel cubierta de escamas blancas, y negras pezuñas en lugar de pies. Alrededor del cuello cada uno llevaba una serpiente coral y en sus manos un frasco verdoso para derretir la lengua de sus víctimas antes de despellejarlas.Me falta el aire, creo que me han visto. Se hacen llamar doctores y susurran que tome mi medicación.

Paola Granville

El viaje

El tren se veía enorme desde el andén. Había viajado antes pero nunca en larga distancia.
Parecido a una bala gigante, gris e imponente, el convoi permanecía quieto, con las puertas abiertas, aguardando las aventuras de sus pasajeros.
Ella, algo desorientada, buscaba el número de su vagón cuando se topó con un hombre de mirada amable que con una amplia sonrisa le ofrecía ayuda.
Que gran alegría sintió al verle de nuevo, hacía mucho tiempo que no hablaba con Antonio. Sin duda, fue el mejor acomodador de larga distancia.
Si, no hablaba con su abuelo desde su muerte, 2 años antes.
Satisfecha, cogió su maleta y subió al tren.

Anit Riu

Mi nuevo YO

Amaneces nueva, iluminada, sintiéndote especial.Parece que tu “yo” anterior se ha perdido en tu última imagen soñada. Te sientes extraña con tu nuevo “yo”, pero la sensación no es desagradable.Todxs hacen el mismo ruido pero tú no los escuchas igual. Ya no lxs quieres igual.Ya no necesitas cuidarlxs como antes, ya no necesitas complacerlxs como antes. Tú eres tu prioridad, tu nueva ilusión, tu futuro, tu nuevo proyecto.Lxs demás van detrás.Pronto se darán cuenta que eres otra. Preguntarán por ti, por la persona que fuiste, por el “yo” que conocieron. Pero ya es tarde, ¡se fue!¿Qué te pasó aquella noche? ¿Con qué soñaste? Será fácil de contestar.Es la vida.Cumplí 50.

Marakira

El guardián del olvido

Intento leer el nombre de la placa a través de las flores marchitas. Imposible. Viento y salitre han roído la piedra hasta alisarla por completo. Se deshace cuando la golpeo. Al otro lado espera una caja maltratada por años de humedad. Casi siento la confusión de su ocupante cuando la cargo a mi espalda. Su alma esperaba poder descansar en paz para siempre. Pero hasta el sueño eterno tiene un precio. Los hijos de los hijos de sus hijos les olvidan. Cuando no pagan la renovación, me los tengo que llevar.
Desde el agujero me observan los ojos vacíos del recién llegado. La pila inmensa de huesos reluce con el sol. Nadie llora ya sus muertes. Cierro la portezuela.

N. del Pozo

REDES O REDECILLAS

El abuelo Paco descubrió las redes sociales gracias a su nieto.
—¡Ponme en ese “TokTik”!
Mateo suspiró, pero lo grabó bailando. En minutos, el video explotó.
—¡Eres viral, abuelo! —dijo Mateo.
—¿Eso se cura? —preguntó Paco, alarmado.
Le explicó que tenía millones de seguidores.
—No quiero que me sigan.
Pero, unos días después, grabó recetas, anécdotas y hasta un tutorial de “cómo regañar nietos correctamente”.
Las marcas llamaban ofreciendo comisiones por utilizar sus productos. Mateo se convirtió en su mánager.
Un día, el abuelo anunció en vivo:
—Queridos seguidores, dejo este cansado trabajo. Voy a hacer algo más emocionante.
Silencio. Expectativa.
—He abierto una cuenta privada para contar chistes picantes.
Mateo se desmayó. Cinco minutos después, ya tenía mil suscriptores.

NUT

HORARIO OCTAGENARIO

Las once y veintinueve. Puntual, como siempre. Me gusta que los demás también lo sean.
El atuendo, perfecto: ni muy llamativo ni demasiado deportivo. Ahora lo llaman “casual”, como si faltaran palabras. Zapatos adecuados, medias color carne —las piernas están para lucirse— y falda y escote ideales: suficientes para avivar pensamientos traviesos.
Peinado impecable. Maquillaje en su punto. Guantes y abrigo a juego. Elegancia, ante todo. Ropa interior revisada: faja firme y sujetador eficiente. El fijador hace milagros, pero hoy puse demasiado.
Once y treinta. Aún no llega. Cerveza, bocata salchichero y orujo.
Aparece. Bastón, arrugas. Sonríe; le faltan dientes. Intento hablar. Mi dentadura se suelta. Cae. Él la recoge y se parte.
Sí, hoy puede ser un gran día.

MUT

Pantalla oscura

Cuando subía al metro una sacudida en el cerebro le frenó. Debía volver, no podía perder un instante. ¡Oh, cómo le había podido pasar, siempre tan meticuloso, tan vigilante!
Entró jadeante. Un círculo de personas estaban alrededor de su mesa. La sesión no cerrada se su ordenador, se había convertido en una ventana abierta a su intimidad. Las imágenes se sucedían consecutivamente y mostraban escenas íntimas de alcoba.
Aturdido habló: no deberíais tocar el mouse de nadie. Enormes carcajadas le ensordecieron. Su cabeza daba vueltas.
De pronto un rayo de luz le despertó.
Llegó a la oficina, encendió el PC, abrió su nube y en la carpeta “distracción”, pulsó “eliminar”. Su corazón latía con fuerza.

Badabadoc23