LA REALIDAD ES UNA, LA PERCEPCIÓN ES RELATIVA

Solía despistarme con facilidad, pero esta vez fue diferente, me llego una suave brisa que me brindó paz. Es difícil describir una sensación con claridad, supongo que todos tenemos nuestra manera de captar ciertas cosas, solo puedo decir que esta era especial. A lo lejos oía voces, puede que de la gente que se suponía que tenía cerca, risas, susurros… cada voz con su propia armonía. Al dar un paso sentí un leve cosquilleo en mis pies desnudos. ¿Qué hacía descalza en mitad de la calle?, me pregunté. De repente se desvanecieron todas aquellas voces. Al mirar a mi alrededor comprendí que no estaba en la calle. Aquella vez, a diferencia de otras, estaba en la luna.

JU MOON

REBELIÓN EN EL ESTUCHE

El estuche de María tenía vida y los útiles escolares de su interior tenían algo que contarme.

Lápiz se quejaba de que era el más usado, con diferencia; le desagradaba que María cuando se aburría en clase, sobre todo en la de matemáticas, lo mordiera hasta agotarlo.

Goma tenía que estar pendiente todo el día de los errores que cometía Lápiz, y deseaba que María leyera más para mejorar sus faltas de ortografía: se estaba consumiendo y cada vez era más pequeña.

Bolígrafo Azul se sentía culpable de no poder corregir los errores que detectaba; aunque algunos días, para su tranquilidad, María llevaba corrector y rectificaba las faltas. Además, le parecía injusto que Bolígrafo rojo estuviera siempre ocioso, mientras él no paraba de trabajar en la escritura.

Al final, Lápiz se agotó; Goma se consumió y Bolígrafo azul se quedó sin tinta.

¿Por qué no los habría escuchado antes?

LUCRECIA PIMIENTA

NUBES

Esperando tu llamada el treinta de febrero, pero ¿por qué si no tienes señal donde estás?. Mirando al techo con una tristeza horrible cuando veo esa estrella que me diste, me duele el corazón, es que es ilógico como la luz de tu alma sigue iluminando la mía, y tu voz que no escucho sigue deleitando mis oídos, y con tu presencia que no está siento que me cuidas, aquel abril era el ser más feliz y triste a la vez. Me dejaste helada en ese Mar de agua salada con ese vestido rojo que tanto te gustaba, sonaron las sirenas y llegaron en el momento inoportuno, te fuiste y me dejaste, ahora te espero, pero la pregunta es a quien espero, tú no regresarás porque son veinte puñaladas igual que los años que estarás, eso pensé, pero te veía en las nubes y no fue así, años adelante te conseguiste otra vida y yo quede solo en tu recuerdo.

SASHA