Microrrelato

No quise discutir más aquella noche. No busqué el encuentro con tu mirada, y desvié mi atención hacía lo que la caja tonta emitía. Me sentía observada, podía ser una sensación, pero la incomodidad pudo conmigo y volví a mirarte. No me equivocaba, allí estabas tú, incrédulo ante las palabras vomitadas, ante las intenciones no comprendidas, ante los sentimientos que no entendías.

No quise discutir más aquella noche. Volví la cara. Una lágrima rodó por mi mejilla, justo la que no llegaba al alcance de tu vista. Ya no te quería. Y una rosa descansaba en la mesita donde tantas noches habíamos cenado. Tal vez no fue acertado el día. No merecías vivir un Sant Jordi tan amargo, como el que te hice sentir, vida mía.

Pseudònim: Mía Porcel

ANIMALES MARINOS

Desde las profundidades los observo mientras me muevo lentamente a través de la corriente. Como en un mundo onírico de azules y luz, donde casi no llega el sonido y el cuerpo no pesa, soy capaz de distinguir animales de todo tipo. Cerca de mí, imponentes ballenas avanzan de forma distinguida. Un poco más allá se relevan dos delfines y tres focas de piel brillante se disputan quién llega la primera. A lo lejos, un gran grupo de jóvenes pingüinos se lanzan inseguros de cabeza para hacer veinte cabriolas debajo del agua y volver a salir a respirar. Aunque me resisto, es hora de abandonar la piscina. Subo los peldaños que me llevan de vuelta al ruido y a la incómoda sensación de frío y humedad. Mañana volveré.

Pseudònim: Narwhal

LA DESPEDIDA

Escribo esta carta para despedirme de todos vosotros. Ahora que el agua ya no corre por mis venas, ahora que el hielo ha inundado mi corazón, que mis raíces han ardido con el sol. Ha sido un placer haber compartido todo este tiempo con vosotros. Vosotros que habéis pensado en Marte para así no cuidar lo vuestro, lo de vuestros hijos, lo de todos. Vosotros que habéis alimentado esa manzana medio mordida pero podrida en vuestro corazón. Vosotros que os veis con poder de decisión por encima de cualquier especie animal regulando su manera de vivir. Vosotros que no habéis sabido encontrar donde se une el cielo y el mar, un camino a seguir. Ahora todo se acaba y nada lo puede remediar, un placer Firmado: Madre Tierra

Pseudònim: EGG

Mundos paralelos

El tiempo estaba aburrido. Fue una de esas veces. Un intermedio.
Ayer, el universo se extinguió. Y fue lo que sucedió. Todo tuvo un final. Incluso el universo. Especialmente el universo. Ayer, la última estrella se había apagado. No había, por así decirlo, más tiempo. Pero el tiempo todavía estaba allí.
Sabía que iba a comenzar de nuevo, que se iba a crear un nuevo universo. Ya había pasado muchas veces, muchas veces. Y cada vez, la espera entre los dos fue larga. Terriblemente larga.
Se levantó el tiempo, rodeó su escritorio. Una vez, dos veces, tres millones quinientos cuarenta y ocho mil trescientos doce veces. Luego se sentó y fijó su atención en el negro completo detrás de la ventana.

Pseudònim: Kiki


Lo Siento

Perdón. Perdona por creer que morder tus zapatos era un juego. Perdona por hacer pis en la alfombra cada vez que venías. Perdón por saltar y tirarte al suelo para saludarte. Perdón por pedirte comida, caricias y paseos cuando no querías. Perdóname por no querer esa asquerosa comida. Perdón por manchar la entrada de casa con barro. Perdón por babearte la cara. Perdona a mi instinto porque me pida reproducirme con tu pierna. Perdona por pinchar tu balón favorito y llenar de pelo tus pantalones. Perdona por nacer… perdona por morir pronto. No es mi culpa que no me quieras ya. Eso no lo decido yo. Ser un perro es duro, pero te acostumbras.

¿Tú no?

Pseundònim: Pabs DLN