Mis padres no paraban de discutir en el piso de abajo mientras mi hermana y yo intentábamos dormir. Estaba cansado de los gritos, y los golpes no hacían más que empeorar la situación. Harto de este panorama, decidí bajar de una vez. Ya en la escalera me miraron; sabían que algo grave iba a pasar. Mientras bajaba me acordé de Cortázar y de sus interminables instrucciones de cómo subir unas escaleras; pero esto era diferente. Las estaba bajando. No sé exactamente cómo describirlo, pero, en ese momento, mi mente pensaba en ir hacia arriba y mis piernas hacia abajo. Después de tropezar, me vi en el aire observando, desde la distancia mi propio cuerpo con el rostro lívido. Mis padres ya no discutían. Yo ya no respiraba.
Pseudònim: BEBESITAA