Otra semana más, el taxi me deja en la parada de siempre;en el callejón, el gato me espera, pensando que hoy será el día.Pero otra vez le doy las sobras del desayuno, a la semana siguiente vuelvo a por él, pero no está, la bausra presente me dice:”se fue”; por más que te quería perfirió comida en condiciones a tus sobras .Ahí entendi que nada és para siempre.
Saul Sancho