—He oído que tenéis un problema con un dragón. —Considerado uno de los caballeros más valientes de la región, proyectaba la voz con tanta fuerza que hacía retumbar hasta los cristales de la posada. —Ah, sí —respondió con alegría el hombrecito que lo atendió—. Bueno, no tenéis que preocuparos más, lo tenemos entretenido jugando al parchís en la parte de atrás. ¿Os apetece algo de beber? ¿Cerveza, vino, una infusión de hierbabuena? Invita la casa. Birdie |