Esperando tu llamada el treinta de febrero, pero ¿por qué si no tienes señal donde estás?. Mirando al techo con una tristeza horrible cuando veo esa estrella que me diste, me duele el corazón, es que es ilógico como la luz de tu alma sigue iluminando la mía, y tu voz que no escucho sigue deleitando mis oídos, y con tu presencia que no está siento que me cuidas, aquel abril era el ser más feliz y triste a la vez. Me dejaste helada en ese Mar de agua salada con ese vestido rojo que tanto te gustaba, sonaron las sirenas y llegaron en el momento inoportuno, te fuiste y me dejaste, ahora te espero, pero la pregunta es a quien espero, tú no regresarás porque son veinte puñaladas igual que los años que estarás, eso pensé, pero te veía en las nubes y no fue así, años adelante te conseguiste otra vida y yo quede solo en tu recuerdo.
SASHA