Era un hombre como cualquier otro, tenía una familia que había crecido con amor, era feliz viendo a sus nietecitos jugando y recordaba aquellas sonrisa de sus hijos cuando eran pequeños. Se sentía feliz, lo tenía todo, una tarde poco a poco fue perdiendo la memoria, primero olvidaba cosas, luego a sus seres queridos, llegó un momento en que no pudo vestirse, la comida le resbalaba por la cuchara incapaz de sujetarla. Su mujer, sus hijos veían como su vida se apagaba poco a poco, aquel hombre que lo había dado todo por ellos ya era solo un ser perdido en la profundidad de no se sabía que, quizás los reconociera aunque fuera incapaz de hacerlo sentir
Una tarde se fue de este mundo sin apenas darse cuenta, la terrible enfermedad del Alzheimer se lo llevó poco a poco.
EL POETA Y SU PERRITA