Había un niño que en los primeros días de confinamiento estaba feliz de estar en casa todo el día. Pero pronto se dio cuenta de que no podía salir, no podía hacer el horario que quería, ni ver al resto de su familia, y comenzó a darse cuenta de la difícil situación que estamos viviendo, y comenzó a pensar en los pacientes del hospital, pero no están solos porque tienen a los médicos y enfermeras que los atienden con amor, y nos dimos cuenta de que saldremos adelante de esta situación si tenemos esperanza.
NEP