Hoy me he despertado como de costumbre, me he duchado, he desayunado y me he preparado para ir a trabajar como siempre he hecho, la única excepción ha sido que hoy prometía ser un día especial.
He llegado al trabajo un poco antes y he aparcado en el sitio que tengo asignado, me he dirigido a mi despacho, no antes sin saludar a mi secretario, y me he sentado en mi silla. Nada más sentarme me he puesto a contemplar la gran manzana mordida que tenía enfrente. En ese mismo momento ha entrado Jorge, mi secretario, y me ha comunicado que el jefe de investigación quería verme. Me he dirigido hacia el laboratorio y me he encontrado a Juan, el jefe de investigación, que me ha comunicado la gran noticia: acababan de inventar la pantalla táctil.
RAMÓN LEFORT