¡Ya no queda ninguno! Estoy harta de todas esas lupas colgadas por las
paredes, mostrándome lo que nunca seré capaz de ver en mí. Esos engendros que no muestran belleza, no es su función. Su verdadero propósito es mostrar mi vulnerabilidad, lo que me hace frágil, débil, humana. Deforman la realidad transformándola en algo absurdo y siniestro que me corrompe y atormenta. Sacan a la luz nuestras inseguridades, para no poder escapar de ellas.
Son egoístas, quieren ser el centro de atención del resto de mi día, atormentándome con mis más profundos temores. ¡Pero ya no volverá a pasar! ¡Les he vencido! No volverán a turbar mi mente ni a entorpecer mi cordura.
¡Ya no queda ninguno! Ahora soy libre.
SAHEBE