Sometido a la barandilla de ese puente donde el aire se siente frío y solitario, Marcos cerró los ojos. Todo acabaría pronto.-No lo hagas-Dijo una voz a su lado.Se giró y vio a un joven de unos 20 años. Su mismo rostro, pero sin arrugas ni ojeras. Sin el peso de los años.-¿Quién eres?-Pregunto Marcos con la voz helada.-Soy tú, antes de rendirme-EL joven lo miro con tristeza y rabia.-¿Recuerdas cuando soñabas con viajar, con amar de verdad? Aún puedes hacerlo-Marcos sintió un nudo en la garganta, bajó de la barandilla temblando. Cuando levantó la mirada su otro del pasado ya no estaba.Pero sus sueños, sí.
Liko