Volví a verte después de tres años. “El día que vuelvas me llamas, pero no prometo esperarte”, me habías dicho.Volví a verte al final de la calle. Ibais de la mano. Cuando las campanas dieron las doce y el aire se llenó de humo, entre las chipas de luz me miraste a los ojos y se rompió el hechizo.
Huevo frito