Un náufrago frente al mar, con la mirada perdida en la desolación y la mente en la rutina. Por un fin, un barco, tan luminoso que, temiendo quedarse ciego, lo dejó pasar. Al día siguiente, empezaron a acercarse muchos, muy distintos, pero no logró llamar su atención. De nuevo, la gran nave radiante, ignorada otra vez por el superviviente… Así, durante tres semanas, pero fue incapaz de aprovechar esa oportunidad. Al final, se hizo la noche en la vida de aquel pobre hombre. Lovainés |
Muy profundo y con una buena composicion
Animo a seguir escribiendo