El viento entraba por la ventana y el canto de los mirlos distraia mis ratos de escritura, pero nada impedia que siguiera escribiendole cartas donde mis palabras se deslizaban sobre el papel, acompasando los versos y sonetos que le dedicaba. Lucia una blanca camisa ceñida a su piel y bajo ella se dibujaba su desnudez, solia caminar sobre la hierba, descalza y sintiendo el suelo humedo bajo sus pies, le gustaba sentirse libre y sentir las caricias de la hierba alta al caminar y alejarse hacia el rio, donde sentada sobre una piedra, miraba correr el agua y al hacerlo dejaba su mente volar. Yo la observaba desde la ventana, me llenaba el alma su libertad henchida de amor y con el pensamiento libre y solia escribirle, cosidas palabras de amor… AmadbamA |