Perdido en la batalla de las horas,regresa los lunes cabizbajo,ha perdido el trabajo, los amigos y en la barra arrastra su destinoUna copa, otra copa y otra más, se pierde ebrio en las llamas de la hoguera, y en un llanto extraño de risa loca resuena su voz tronando en lo infinito.Amada mía porque te llevaron a ese otro mundo donde no he de alcanzarte, y dos lágrimas resbalando lentamente se deslizan por sus mejillas hasta caer en el suelo.Ella la que adoraba, se murió una primavera, en aquel instante perdió las ganas de vivir, es una triste imagen de lo que antes fuera, de aquel hombre luchador no queda nada.Se levanta, se tambalea, camina hacia su casa, aquella que perdiera en una apuesta una tarde cualquiera,prosigue su camino, se tiende en una calle y agacha su cabeza, mirando a las estrellas
EL POETA Y SU PERRITA