Llamó al CAP y le dijeron que tenía los síntomas. Le enviaron la baja por correo y le citaron para una radiografía. A partir de ese día dormí en la habitación de las niñas, ella tosiendo en las madrugadas aliviadas por tés de manzanillas y diálogos a distancia sobre el mal. Dormir era un eufemismo. Pasé madrugadas viendo cifras del covid19 y la obsesión de ambos por el contagio; o sea, miedo líquido al salto de una gota. La intimidad se convirtió en noches de Netflix. La plaga nos ofreció una visión aguda de la intimidad; hacer el amor era un suicidio; no obstante, el décimo día, hicimos el amor sin besarnos, tras casi dos años de vicio y labios.
Hoy espero el resultado de mi test. Ella provoca mi invidia, es asintomática.
Pseudònim: Arkolano
Fue un placer participar en este concurso y una suerte poner ganarlo.
Arsenio Rodríguez Quintana