Trabajaba de sol a sol con la sonrisa en la boca, nunca a sus hijos les faltó de nada, crecieron, estudiaron, uno se hizo abogado, el otro cirujano, se casaron, se fueron y aquella madre callada al verse sola se fue muriendo de pena poco a poco, ni al entierro acudieron, simplemente la olvidaron.
Esta es la historia de una madre que como tantas y tantas se mueren de pena al quedarse solas.
Pseudònim: El poeta triste