( A Fernando Pessoa- La música, la luz de la luna y los sueños. Son nuestras armas mágicas )
Como figura estática de hielo permanecía callada y quieta, apuntando su luz hacía él con cierta intensidad. Sus pensamientos dormían profundamente en su corazón y no sabía que aquella mañana ella le hablaría de amor.
¡A balón parado! Lucía radiante y hermosa en la llanura immensa y oscura. ¡A balón parado! Sonreía, miraba y cantaba en una mañana calurosa de verano.
¡A balón parado! Le gritaba con su luz hasta abrir su corazón.
¡A balón parado! Seguía en aquel inmenso cielo mandando con intensidad su luz blanca. ¡A balón parado! Gritos de luz que no dejaba ninguno de sus momentos vacíos de sueños.
¡A balón parado! Le sonreía la luna sin dejar de iluminar su corazón através de sus ojos.
Aquella noche resplandecia como una estrella y con su luz no dejó de iluminar su corazón.
Pseudònim: Emoción
El escrito de la luna enamorada, hace referencia al hecho de que eran las 4,45h de la mañana. Miré a la luna y permanecía brillante, redonda y sola como un balón de futbol antes de ser chutado en el área de una de las porterías de un inmenso, oscuro y negro campo.