Más allá de mi vista se pierden las calles se inhiben las sombras, las luces se funden en su silencio de aquella hora, del momento del lugar y del tiempo. Busco la soledad, rastreo el camino, despacio con lento movimiento paso a paso, ahora quieto. Mi cara busca el viento, el viento se para, se para en silencio. Las paredes de los edificios duermen la noche erguidos y en silencio sobre el cemento. Sus ojos son ventanas todas cerradas “muertas de sueño” y muy, muy callades. ¡Phsiiiii!¡ Silencio! que están durmiendo. Mi mano frota mi cara, la cara de sueño. Mis ojos se abren, se abren al viento. ¡No! no hay viento. Que callada la calle, que silencio. Mi camino se acaba se acaba mi cuento. Despejo mi boca sedienta de viento, que esconde mi calle que esconde el momento. Mi calle está en silencio cerrada al paso del tiempo, cerrada a “Calicanto”.
Pseudònim: Emoción