DESENCUENTROS

Después de tres horas caminando, llegó a un campo que se extendía más allá de donde alcanzaba su vista. Saltó un pequeño muro de piedra que parecía a punto de derrumbarse y se sentó con las piernas cruzadas. Arrancó una margarita. La deshojó mientras miraba hacia el horizonte, donde otro hombre deshojaba una margarita mientras miraba hacia el horizonte, donde a su vez había otro hombre que deshojaba una margarita mirando hacia el horizonte… En ese mismo momento, ella, que creía que él volvería pronto, se cansó de esperar. Él nunca llegó a saber si ella lo quería o no.

ESTRELLA FUGAZ

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